Una vez más nos acercamos a la fecha de tu nacimiento y como siempre siento tristeza por cómo ocurrió. Cada año me reafirmo más en que no nos preparamos lo suficiente para este momento tan importante de nuestra vida o al menos yo no lo hice. Me informé sobre el embarazo, la lactancia y sobre lo que necesitarías al llegar. Durante un par de meses preparé tu habitación, tu ropa e incluso me programé varios meses de excedencia laboral ya que pensaba que lo más importante para ti era estar junto a mi al menos en tu primer año y así lo hice.
Sin embargo, me deje llevar tonta de mi , y no me informé sobre el momento del parto, sobre las diferentes opciones que hay . Elegí el hospital con mejor unidad neonatal por si pasaba algo y con eso me relaje. Tengo claro que ahora haría las cosas diferentes ya que un buen comienzo cuando te conviertes en madre hace la vida de los dos mucho más fácil .
El mal comienzo que tuvimos hizo que empezaramos a querernos con el tiempo pero como ambas somos muy cabezonas lo hemos conseguido y ahora somos como dos enamorados que se miran con complicidad. Hemos aprendido mucho una de la otra pero si soy sincera creo que tu me estas enseñando mucho más a mi que yo a ti.
En estos seis años me has enseñado que la vida se vive intensamente o no se vive, que una no se puede ir a la cama sin un buen achuchon y que aunque cometamos errores no pasa nada solo hay que pedir perdón. Me das amor sin condiciones y me echas en cara cuando me enfado contigo por algo que una madre tiene que querer siempre a su hija y en eso no entra el enfado , ni las consecuencias .
He de decir que si en algo hemos cambiado y mejorado notablemente es en la complicidad que tenemos, solo necesitamos mirarnos y quizás sea una tontería pero para mi es algo muy importante. Esta complicidad hace que los malos momentos duren menos y que los buenos se repitan y se provoquen sin cesar.
Sin embargo, sigo sintiendo que a veces te fallo como madre, me cuesta seguirte el ritmo y mis miedos y mis duelos dificultan nuestra relación. Por las noches me digo que mañana será mejor y lo haré mejor. Y tu por las mañanas me dices que lo conseguiremos porque somos una familia.
Y así entre miedos, logros y amor incondicional pasan los años y en unos días soplaremos seis velas en tu tarta, cantaremos cumpleaños feliz y desearemos que este año mejoremos como familia.
Miss C, eres lo más valiente que he hecho en mi vida, mi sueño cumplido y por el que lucharé el resto de nuestros años juntas.
Me ha dado un escalofrío... pues así también lo viví yo. Me estudié varios libros sobre ser madre, sobre los mejores carros, sobre el nacimiento. Elegí el hospital 12 de Octubre por su unidad por su servicio de Neonatología. Y llegó la peque, y de repente todo fue como improvisado. No era capaz de mama, y nos fuimos a casa a la aventura, con los bibis a cuesta. Nos costó querernos, pero después de un par de meses, nos fuimos adaptando. Esa complicidad de enamoradas la compartimos. Nos une, le digo siempre, un hilo invisible y poderoso. Nos reímos y nos enfadamos, pero nos amamos sin remisión. Es, como dices, lo mejor que he sido capaz de hacer. Mi mejor sueño.
ResponderEliminarFelicidades a ella, a tí, a toda la familia. Compartimos viaje.
:)